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vista superior de jovem em pé ao lado de uma porta de geladeira aberta na cozinha à noite, sorrindo e segurando uma maçã

Consejos para comprar electrodomésticos: frigorífico

4/9/24

Hoy en día existen muchos tipos de frigoríficos en el mercado, cada uno diseñado para adaptarse a diferentes gustos, necesidades y estilos de vida. Elegir el modelo adecuado para tu hogar implica tener en cuenta una serie de factores que repercuten en las facturas a final de mes, la eficiencia a lo largo de las estaciones y la durabilidad.

¿Qué es importante valorar a la hora de comprar un frigorífico?

No basta con optar por un frigorífico bonito que combine con la estética de la cocina. Estas características son importantes, pero no deben ser determinantes en la elección final.

Además de la apariencia, también hay que valorar los siguientes puntos:

Tamaño y capacidad

Antes de buscar modelos de frigoríficos, hay que medir la entrada a la cocina y el espacio máximo que ocupará el aparato, incluido el marco de la puerta.

Una vez que se dispone de esta información, el siguiente paso es considerar la capacidad interna del frigorífico, que debe ser adecuada para el número de personas que viven en la casa y su estilo de vida.

- Frigorífico pequeño (hasta 300 litros)

Ideales para solteros o parejas que no necesitan mucho espacio para almacenar alimentos. Son compactas y ocupan menos espacio en la cocina, lo que las convierte en una opción estupenda para pisos pequeños o para quienes cocinan en pequeñas cantidades.

- Frigorífico mediano (de 300 a 500 litros)

Pensado para grupos pequeños de hasta tres o cuatro personas que necesitan un poco más de espacio para almacenar alimentos, pero quieren mantener un aporte energético moderado.

- Frigorífico grande (más de 500 litros)

Diseñados para familias numerosas o para quienes desean almacenar más alimentos. Ofrecen más compartimentos, cajones y estantes regulables, lo que permite una organización más eficaz.

Tipos de descongelamiento

El tipo de fundidor de hielo de un frigorífico influye tanto en su practicidad como en su eficacia. Los tres principales disponibles en el mercado son:

- deshielo manual

Los modelos con deshielo manual requieren que el usuario realice el proceso de descongelación periódicamente. Aunque son más económicos inicialmente, requieren más tiempo y esfuerzo para mantener el aparato en buen estado de funcionamiento.

- Deshielo semiautomático

Los frigoríficos con deshielo semiautomático son más prácticos que los modelos manuales. Con solo pulsar un botón, se inicia el proceso de descongelación, sin necesidad de apagar el frigorífico.

- Sistema de deshielo automático frost free

La tecnología frost free es la más moderna y común hoy en día. Elimina la necesidad de descongelación manual al evitar automáticamente la acumulación de hielo.

Consumo de energia

Otro factor esencial a tener en cuenta a la hora de elegir un frigorífico es el consumo de energía. Como los frigoríficos funcionan las 24 horas del día, el impacto en la factura de la luz puede ser importante.

Por eso, conviene fijarse en la clasificación de eficiencia del aparato que indica el Sello Procel, supervisado por el Instituto Nacional de Metrología, Calidad y Tecnología (INMETRO). Los clasificados como A son los más eficientes, es decir, funcionan consumiendo la menor energía posible.

También vale la pena considerar otras tecnologías que ayudan a ahorrar energía, como: 

- Tecnología Inverter

A diferencia de los compresores tradicionales, que funcionan en ciclos de encendido y apagado, el compresor inverter trabaja de forma continua, ajustando únicamente su velocidad en función de las necesidades de refrigeración. Evita los picos de consumo y mantiene la temperatura interna más estable, lo que se traduce en un funcionamiento más eficiente y duradero.

- Alerta de puerta abierta

Los frigoríficos con alerta de puerta abierta avisan cuando el aparato lleva demasiado tiempo abierto, lo que ayuda a los consumidores a identificar el problema y, en consecuencia, contribuye a reducir los costes energéticos.

Consejos para consumir menos energía en el frigorífico

Incluso después de haber comprado el electrodoméstico, hay algunos consejos prácticos que te ayudarán a reducir la energía que gastas en tu frigorífico y, en consecuencia, tu factura de la luz a final de mes:

  • No seque la ropa detrás del frigorífico. Además de sobrecargar el aparato y crear peligro de descarga eléctrica, aumenta el consumo de energía;

  • Comprueba siempre el estado de las juntas de tu frigorífico y evita derrochar energía;

  • Descongela el frigorífico y límpialo con frecuencia;

  • Ajuste el termostato adecuadamente según la estación;

  • Coloque el frigorífico en un lugar ventilado, alejado de la pared, los rayos del sol, las cocinas y los fogones;

  • A la hora de comprar, elija equipos con Sello Procel o clasificación A de Inmetro;

  • Cuida bien el frigorífico: no abras la puerta todo el tiempo, no forres los estantes y no guardes alimentos calientes;

 

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