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Lucha contra el feminicidio

Desde la educación de los padres hasta la lucha contra el feminicidio.

«Cuando lo haces bien, lo bueno retorna». Betânia Reis creció siguiendo el ejemplo de su padre: su ídolo, ya fallecido, era pastor y siempre participaba en proyectos sociales, llevándose consigo a la pequeña Beta. Fue su inspiración. Dice que nunca ha conocido a nadie tan amable como él. Luego, buscó calificar, vivió en Italia y regresó a su barrio, uno de los más grandes de Salvador: Cajazeiras, que tiene unos 600 000 residentes y es una de las aglomeraciones urbanas más grandes de Brasil, algunos incluso dicen que es una de las más grandes de América Latina.

La técnica de enfermería, a pesar de no ejercer la profesión, es una referente del sector en un centro de salud de su barrio. Ayudar siempre ha estado en su sangre. En su iglesia, por ejemplo, participa en acciones con clases de música y la distribución de cestas de alimentos básicos.

Beta sueña con el día en que la gente le brinde más apoyo. Para ella, todos deben hacer su parte, después de todo, «tú puedes hacer tu contribución» y «aquellos que tienen un deseo ardiente de ayudar pueden hacer más».

Siguiendo lo que ella cree, encontró una forma digital de estar presente en la vida de muchas mujeres. Fue entonces cuando creó el blog «Mi amor es extranjero», que reúne a más de 3 mil mujeres y existe desde hace más de 6 años. Beta dice que ya ha salvado a muchas mujeres de los hombres agresivos, incluso las ha ayudado a regresar a Brasil. Son mujeres que viven en los Estados Unidos, Canadá, Alemania, Bélgica, Suiza, España y especialmente en Italia. Forman una verdadera cadena de solidaridad y escucha. Abogados, psicólogos, médicos... ciudadanos que comparten su buena voluntad. Uno alienta al otro en relación con la autoestima, la independencia financiera y emocional y la libertad.

Casada con una italiana de la que está enamorada y madre de cuatro hijos, Beta no sufrió violencia, pero fue testigo de cómo muchas mujeres la padecían. Algunas padecen depresión, otras se suicidan y muchas otras quieren vivir felices. Sí, el tema es difícil e incluye el feminicidio. Beta incluso dice que un miembro de la comunidad virtual fue asesinado por su esposo.

La niña, que ahora tiene 51 años, ha visto pasar muchas cosas terribles a otras mujeres y espera también ser testigo de un mundo mejor para todas ellas. Cree que su padre estaría muy orgulloso de ella, ya que fue él quien le mostró el camino de la bondad, quien le enseñó a hacer el bien a pesar de la gratitud. Y ya hay tantas historias de agradecimiento por historias y vidas transformadas que Beta se conmueve.

Le gustaría volver a Roma, pero su marido se enamoró de Salvador, del calor humano, de las amistades que se hicieron, de la fruta del patio trasero... ¿Quién no se enamoraría? «Incluso comenzó un doctorado en la Universidad Federal de Bahía (UFBA)», dice Beta, quien se ríe y dice que su ingreso a la universidad fue a propósito para no regresar a su país de origen

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