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Electropostes

Las estaciones de recarga de vehículos eléctricos, clave para el futuro de la movilidad sostenible.

El cambio de paradigma en la movilidad, que aboga por el uso de coches eléctricos respetuosos con el medio ambiente, motiva la creciente expansión de los puntos de recarga. De esta forma, las también conocidas como electroestaciones para vehículos eléctricos comienzan a ser una realidad cotidiana en el paisaje de las ciudades y las carreteras.

El transporte, esencial en la lucha contra el cambio climático, debe ser sostenible y todos los días se toman medidas en esta dirección. Por este motivo, la movilidad del futuro depende de la adopción de vehículos eléctricos que no emitan gases de efecto invernadero y, por ello, la existencia de lugares para cargarlos es fundamental e incluso más importante que la propia renovación de la propia flota de vehículos.

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El transporte, esencial en la lucha contra el cambio climático, debe ser sostenible y todos los días se toman medidas en esta dirección. Por este motivo, la movilidad del futuro depende de la adopción de vehículos eléctricos que no emitan gases de efecto invernadero y, por ello, la existencia de lugares para cargarlos es fundamental o incluso más importante que la propia renovación de la propia flota de vehículos.

La movilidad urbana sostenible y el vehículo eléctrico

La movilidad urbana sostenible y el vehículo eléctrico


Según un informe de Bloomberg, se espera que la cantidad de vehículos eléctricos alcance los 116 millones en 2030, o el 30% de las ventas. Esto significa que en esta década la infraestructura de los puntos de recarga debe desarrollarse en la misma medida.

En términos absolutos, China sigue siendo el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo, con 2,3 millones de coches eléctricos en uso, casi la mitad (45%) de la flota mundial. Europa y los Estados Unidos están lejos de estas cifras.

¿Qué es una estación de recarga de vehículos eléctricos?


Una electroestación, también llamada estación de carga de vehículos eléctricos, es simplemente un sistema que proporciona energía eléctrica para cargar la batería de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, como automóviles compartidos o privados, camiones, autobuses o motocicletas. Este tipo de estación suele estar ubicada en espacios públicos, en cualquier calle o en centros comerciales, generalmente en áreas de estacionamiento

.

Poco a poco, este tipo de puntos de recarga irán ganando terreno en las gasolineras, que, en algunos casos, acabarán reconvertiéndose. Mientras que los segundos necesitan depósitos subterráneos con miles de litros de combustible que se bombean a cada una de las mangueras disponibles, los primeros solo necesitan una conexión eléctrica con suficiente potencia y un convertidor que se encargue de gestionar la recarga del vehículo

.

Cómo funciona una estación de carga de vehículos eléctricos

Para cargar las baterías de un coche eléctrico, salvo que haya equipos de carga en casa, es necesario acudir a una estación de carga de vehículos eléctricos. A partir de ahí, hay una serie de pasos para completar la carga:

1. Active el punto de carga con una aplicación de teléfono móvil o con una tarjeta RFID.

2. Conecte la manguera adecuada según el tipo de recarga

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3. Espera a que finalice el proceso de carga.

Texto de muestra

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Tiempo de carga de un coche eléctrico

En función de la conversión y de la potencia disponible, habrá diferentes tipos de cargas que variarán según el tiempo necesario:

El vehículo está conectado a una fuente de electricidad doméstica sin establecer ningún protocolo de comunicación o dispositivo intermedio. No es muy seguro y, a menudo, se usa para cargar vehículos de dos ruedas, ya que los automóviles no pueden cargarse en este modo.

Los coches eléctricos suelen tener un convertidor interno que permite enchufarlos a una toma de corriente alterna doméstica y cargar las baterías con un dispositivo intermedio que asegura que la carga sea efectiva. Aunque es posible utilizarlo de forma esporádica para recargar vehículos, los fabricantes no lo recomiendan. Además, en los hogares, los enchufes normales tienen una limitación de 16 amperios y el tiempo de carga debe ser de seis a ocho horas.

La comunicación se establece entre el coche y el punto de recarga, que puede ser un cargador doméstico, un punto en el aparcamiento de un establecimiento o en un lugar cuyo acceso sea público. La manguera de carga tiene diferentes contactos para comprobar la carga y asegurarse de que se está realizando correctamente. La corriente es alterna y permite cargar con mayor potencia y con el doble de velocidad que una toma normal.

La

carga rápida es la más cara y está disponible en gasolineras y gasolineras, centros comerciales y otros puntos de acceso público. Tienen un convertidor de corriente externo que permite la carga de corriente continua y utilizan una conexión distinta al modo 3 para poder cargar más rápidamente. Suelen tener una potencia igual o superior a 50 kW, lo que permite cargar un coche en menos de 30 minutos.

Además, dentro de este modo 4, hay algunos puntos de carga ultrarrápidos, que pueden proporcionar hasta 700 kW de potencia y cargar el 80% de la capacidad en tan solo seis minutos. En algunos países como Israel, Holanda o China, también se han probado puntos de recarga en los que, en pocos minutos, se sustituye la batería agotada por otra que ya está cargada, pero no tuvieron éxito debido al elevado coste y a la falta de una batería estándar para coches eléctricos.

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