Cambio climático

Comprender cómo el cambio climático puede afectar a la vida humana y ver cómo controlar el avance de estas transformaciones y reducir sus efectos.

Cambio climático: causas, repercusiones y soluciones

Cada año, la sociedad siente con mayor intensidad los efectos del cambio climático. Ya se trate de olas de calor o de lluvias torrenciales, estos fenómenos se están convirtiendo en habituales en las ciudades de todo el mundo y afectan constantemente a diversos aspectos de la vida humana.

Según el Observatorio del Clima, se calcula que entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en lugares o contextos muy vulnerables a estas transformaciones. Por lo tanto, comprender los orígenes del cambio climático, reconocer sus efectos y encontrar formas de mitigar sus consecuencias es una urgencia mundial.

¿Qué es el cambio climático y cómo se origina?

El cambio climático es una transformación significativa de los patrones de temperatura y del clima del planeta. Aunque pueden estar causados por procesos naturales, se han visto fuertemente impulsados por acciones humanas, como la deforestación y la quema de combustibles fósiles.

Estas actividades provocan la liberación de gases de efecto invernadero (GEI) -dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (NOx)- que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), son la causa dominante de las altas temperaturas emitidas desde mediados del siglo XX.

Cuanto mayor es la cantidad de estos gases en la atmósfera, más calor retiene el planeta, contribuyendo directamente al calentamiento global y, en consecuencia, al avance del cambio climático. Según datos de la ONU, la última década, entre 2011 y 2020, ha sido la más calurosa de la que se tiene constancia. En comparación con el siglo XIX, la Tierra está aproximadamente 1,1 °C más caliente, y este es solo uno de los factores que influyen en el cambio climático.

¿Cuáles son los impactos del cambio climático?

El calor y las precipitaciones son los cambios más fácilmente perceptibles, pero las repercusiones van más allá de estos factores. El cambio climático tiene graves efectos sobre el medio ambiente y sobre diversas actividades humanas, como la agricultura, la pesca y la salud pública.

Según la ONU, los riesgos causados por el cambio climático son:

Altas temperaturas
Las temperaturas de la superficie del planeta están aumentando a medida que se intensifica la concentración de gases de efecto invernadero. El periodo comprendido entre 2011 y 2020 fue el más caluroso registrado y, desde los años 80, cada década ha superado a la anterior en cuanto a temperatura.

Tormentas intensas
A medida que aumentan las temperaturas, se evapora más humedad, lo que intensifica las precipitaciones y las inundaciones extremas y provoca tormentas más devastadoras. El calentamiento de los océanos también influye en las tormentas, que destruyen hogares y comunidades, causando pérdidas de vidas humanas y cuantiosos daños económicos.

Aumento de la sequía
El cambio climático repercute en la disponibilidad de agua, haciéndola más escasa en muchas regiones del mundo. El calentamiento global intensifica los periodos de sequía en zonas ya propensas a la escasez de agua, aumentando el riesgo de sequías agrícolas, que afectan a los cultivos, y ecológicas, que ponen en peligro los ecosistemas.

Océanos más grandes y cálidos
El océano absorbe la mayor parte del calor provocado por el calentamiento global y su temperatura ha aumentado considerablemente en las dos últimas décadas en todas las profundidades. A medida que se calienta, su volumen también crece y provoca el deshielo de las capas de hielo, lo que contribuye aún más al aumento del nivel del mar.

Extinción de especies
Se calcula que un millón de especies estarán en peligro de extinción en las próximas décadas, debido a factores como los incendios forestales, las condiciones meteorológicas extremas y la propagación de enfermedades y plagas invasoras, todo ello agravado por el cambio climático.

Menos alimentos disponibles
Las sequías prolongadas, las inundaciones repentinas, el aumento de las plagas y las enfermedades de las plantas pueden dañar los cultivos y reducir la cantidad y calidad de los alimentos disponibles. Además, el cambio climático también afecta a la producción animal, con cambios en los hábitats naturales y en la disponibilidad de alimentos para el ganado, lo que se traduce en escasez de alimentos, precios más altos e inseguridad alimentaria.

Riesgos para la salud
El cambio climático está asociado a un aumento de la incidencia de enfermedades transmitidas a través de los alimentos, el agua y vectores como los mosquitos. Según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), las enfermedades más susceptibles a estos cambios son las infecciosas, como la leishmaniasis, la malaria, el dengue y otros arbovirus. La hepatitis A también es motivo de preocupación, ya que el virus responsable de la enfermedad puede transmitirse a través del consumo de agua y alimentos contaminados, especialmente en zonas que carecen de saneamiento básico o son propensas a las inundaciones.

¿Es posible reducir el impacto del cambio climático?

La ONU cree que aún es posible minimizar los problemas medioambientales, pero la colaboración entre los sectores público, privado y la sociedad civil es esencial para avanzar en la lucha contra el cambio climático.

Un ejemplo de este trabajo conjunto es el Acuerdo de París. Firmado en 2015, el acuerdo establece objetivos globales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y promueve la transición hacia una economía baja en carbono, así como limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5C.

El sector eléctrico, que desempeña un papel clave en el esfuerzo global para contener la emergencia climática, también se ha ido transformando e invirtiendo en fuentes renovables como la solar y la eólica, que no emiten gases de efecto invernadero, además de fomentar el uso eficiente de la electricidad y promover acciones de consumo consciente.

Acciones de Neoenergia contra el cambio climático

Neoenergia tiene un firme compromiso con el medio ambiente, integrando todas sus actividades, procesos e iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), asegurar la conservación, protección y promoción de la biodiversidad, así como utilizar los recursos naturales de forma sostenible y eficiente.

La descarbonización de las actividades de Neoenergia está asociada a la puesta en marcha y funcionamiento de instalaciones de generación eléctrica libres de emisiones y a iniciativas complementarias, como la sustitución de equipos que utilizan sustancias que reducen la capa de ozono, el funcionamiento de edificios, oficinas y centros de trabajo mantenidos de acuerdo con estándares de sostenibilidad. También incluye la sustitución progresiva de la flota de la empresa por otra libre de emisiones. La institución ha establecido objetivos para que la flota de vehículos ligeros sea 100% sostenible en 2030, considerando vehículos flexifuel, híbridos y eléctricos, con un 50% de la flota electrificada.

La reducción de las emisiones indirectas se materializa en el compromiso de suministrar a los clientes energía, productos y servicios verdes, y a través de la progresiva descarbonización de la cadena de suministro.

La acción por el clima se apoya en otro compromiso: la protección de la naturaleza, abordando conjuntamente tres factores que impulsan la crisis medioambiental: el clima, la biodiversidad y la sobreexplotación de los recursos naturales.

El uso eficiente de los recursos naturales para abordar la transición energética es otro de los grandes retos a los que se enfrenta Neoenergia, así como todo el sector energético. La compañía presta atención a la gestión eficiente de los recursos hídricos, por sus implicaciones ambientales y sociales, y se esfuerza por hacer un uso racional y sostenible del agua para hacer frente a los riesgos relacionados con su escasez. También trabaja con proveedores y otros agentes de la cadena de valor para desarrollar sistemas de economía circular, con más iniciativas de recuperación y reciclaje.

La compañía trabaja para construir un modelo de negocio en armonía con la naturaleza y el ser humano, comprometido con el desarrollo sostenible y el suministro de energía limpia y renovable para satisfacer la creciente demanda de este servicio. Se compromete a seguir liderando una matriz energética sostenible.

Cómo puede contribuir la sociedad a frenar el cambio climático:

Aunque los principales esfuerzos deben provenir de los gobiernos y las empresas, las personas también pueden contribuir a la lucha contra el cambio climático con sencillos gestos cotidianos:

Ahorrar energía

Sustituya las bombillas convencionales por otras LED, reduzca el uso de aparatos como calefactores, secadores de pelo, duchas eléctricas y aire acondicionado.

Utilizar el transporte público frente a caminar

Reducir el uso de vehículos motorizados personales ayuda a reducir las emisiones de gases contaminantes, además de contribuir a la salud física y mental.

Nuevas fuentes de energía

Si la energía que entra en tu casa procede del petróleo, el carbón o el gas, opta por fuentes renovables como la solar.

Educación y sensibilización

Compartir información sobre el cambio climático y sus consecuencias puede aumentar la concienciación y fomentar nuevas medidas.

Plantar árboles

Algunas iniciativas permiten financiar la plantación de árboles en todo el mundo. Si no puedes hacerlo tú mismo, elige una organización y colabora.

Reciclaje y reutilización

Las prácticas de reciclaje y reutilización reducen la cantidad de residuos enviados a los vertederos, además de ahorrar recursos naturales y uso de energía.

Apoyar políticas y empresas sostenibles
Los particulares pueden presionar para que los gobiernos adopten políticas más respetuosas con el medio ambiente y apoyar a las empresas que adoptan prácticas sostenibles en sus operaciones.